Todos hemos visto las películas de vaqueros donde el comerciante de la tienda de ultramarinos muerde la moneda para certificar si es de oro…imaginar las pobres cajeras de un supermercado si tuvieran que hacerlo a día de hoy. El principio de este sistema es que el oro es maleable y por tanto se deforma con facilidad, esto implica que si se muerde o se ejerce sobre él un fuerza constante se deformará. La realidad es que ahora mismo existen multitud de aleaciones metálicas que son maleables y que además tienen apariencia de oro. Por ello no os recomendamos que utilicéis este método ya que no es seguro ni mucho menos y no vais a ganar para dentistas.
Esto nos lleva a una de las preguntas que nos suelen hacer en nuestra tienda es “¿Me podrías decir si esto es de oro? Saber si una pieza es de oro, para un joyero, no suele ser complicado ya que disponemos de varias formas de saberlo.
La primera es buscar las marcas o contrastes del oro. Normalmente el oro, tanto en las joyas como en las monedas, tiene unas marcas creadas por el joyero o la casa de la moneda. En ellas aparecen unos números que son 999 para el oro de 24K, 916 para el oro de 22k, 750 para el oro de 18K, 585 para el oro de 14K y 375 para el oro de 9K. Eso si, que una pieza carezca de estas marcas no implica que no sea de oro, ha podido perder los contrastes por el uso o por alguna reparación en ella, las sortijas llevan sus contrastes normalmente en la zona que se toca para reducir su tamaño
Si bien estas marcas ya te indican que tipo de oro es, lo más común es realizar una prueba con el agua de toque. El toque es un procedimiento visual y no destructivo de análisis destinado a determinar la ley que pueda tener una pieza de oro. Hay que tener en cuenta que el oro soporta la agresión de los ácidos.
Esta prueba consiste hacer unas marcas frotando la pieza sobre una “Piedra de Toque”, puede ser una piedra de rio, que al ser porosa, queda rayada con el oro. Sobre éstas marcas que han quedado en la piedra se depositan gotas de agua de toque, una mezcla de acido nítrico y acido clorhídrico, que según su calibración en los distintos kilates (9-12, 14-16 o 18 kilates) hará que las marcas perduren o desaparezcan indicándonos si no se trata de oro y si lo es, sus kilates.
Otra forma de saber si es oro es por la densidad de los metales, pese a ser una prueba fácil de comprender es difícil de realizar ya que hablamos de medidas tan pequeñas que necesitaríamos de una gran precisión para poder dar con ellas.
Imaginemos:
Tenemos un pendiente que pesa 1,3g.
Calculamos el Volumen. Matemáticamente sería muy difícil calcular, por ejemplo, el volumen de una pulsera, de una cadena o de nuestro pendiente. Por eso, vamos a utilizar una probeta. Llenamos, por ejemplo, nuestra probeta hasta los 50mL, e introducimos nuestro pendiente o pieza de joyería. El volumen desplazado equivale al volumen de la pieza, si el volumen que vemos en la probeta se desplaza 3mL después de haber introducido la pieza, es decir, vemos que el nivel del volumen pasa de 50mL a 53ml, quiere decir que el volumen de la pieza es de 3cm cúbicos. En nuestro caso el desplazamiento fue de 0,083 mL.
Aplicamos la siguiente formula ρ=m/V . Donde “ρ” es la densidad, “m” la masa y “V” el volumen.
y sustituimos “m” y “V” por los valores que hemos encontrado ρ= 1,3 / 0,083 = 15,66
Ya tenemos en resultado, sólo tenemos que mirar la siguiente tabla para ver que tipo de oro es.
14K – 12,9 a 14,6 g/ml
18K amarillo – 15,2 a 15,9 g/ml
18K blanco – 14,7 a 16,9 g/ml
22K – 17,7 a 17,8 g/ml
Ahora ya podemos afirmar que nuestro pendiente es de oro de ley de 18 kilates y no una imitación de “oro falso”.
Joyería Reina 